miércoles, 21 de septiembre de 2011

Lausana

Acabo de terminar de leer Lausana, la última novela de Antonio Soler, publicada en Mondadori. Llegué a este libro por la recomendación (siempre acertadas sus recomendaciones) de Mariona M. D., de la irreductible aldea de Tamarite de Litera. (Una vez más, gracias Mariona).


En la novela, de apenas 200 páginas, Margarita, la narradora, hace un repaso a su vida en el trayecto de tren entre Ginebra y Lausana: los recuerdos se agolpan antes de partir debido a la noticia de la muerte de Suzanne, amiga suya y amante de su marido durante siete años.
Quizás la trama no resulte así, tal como la he resumido, especialmente atractiva, pero no os dejéis engañar, ésta es una novela extraordinaria en la que emociona zambullirse. Y sin duda una parte importante de ese valor reside en el magisterio de su autor, en el dominio del oficio, en la capacidad que tiene de desplegar la historia (las historias) y trenzarla en la urdimbre de la trama armando un mosaico que salta sin interrupción entre el pasado (los recuerdos) y el presente (el viaje en el tren) y cuyos diversos planos (y teselas) se afirman unos en otros.
Es un libro hermoso de leer, y no lo es solo por su estructura, sino por la hondura de sus imágenes, relaciones, descripciones... que amplifican el sentido de lo contado y llenan de color el alma de sus personajes (colores que construyen el gris, como se dice en algún momento de la novela).
Uno de esos libros que uno recomienda a todos aquellos que quieran leer un buen libro, que quieran disfrutar de buena literatura. Un libro exquisito y delicado.
Saludos

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