martes, 19 de marzo de 2013

La Cándida y el molino viejo

Bueno, pues hoy por fin he estrenado la nueva sesión de cuentos. Ha sido en el IES Senda Galiana de Torres de la Alameda. Por su biblioteca pasaron tres grupos de primero de ESO y uno de segundo de ESO. Quería comentaros algunas cosas que me suceden cuando estreno sesiones de cuentos.

LA SESIÓN
Primero os hablaré de la sesión, de la que ya tenéis alguna noticia (hace algunos meses cuando terminé de elaborarla y hace algunos días cuando estuve ultimando detalles).
Esta sesión tiene una historia marco en la que hay metidas otras cuatro historias, bueno, en realidad tres, lo que pasa es que una de ellas (la primera) está contada en dos partes, por lo tanto contaría como dos.
Todo transcurre en un espacio habitual dentro de mis tres últimas sesiones para adolescentes (contando ésta), una ficcionalización de Selas, el pueblo de mi infancia. Es decir, a estas alturas tengo algo más de tres horas de historias vinculadas a esta "idea de Selas". Utilizo espacios existentes: la casa del forestal, la piscina, la presa del molino viejo, la cueva del hombre muerto, el cementerio, la plaza del frontón, la cuesta; también otros espacios reales de la zona como la resinera (que no está exactamente en mi pueblo, sino en el vecino); y claro, también algunos espacios ficticios (como la supuesta casa de mi primo).
Y además las tres sesiones transcurren en un tiempo concreto de mi juventud (entre mis 15 y 17 años). Sí, yo asumo el rol de uno de los protagonistas, aparezco en el grupo de chavales pero no soy quien lleva voz cantante, soy más bien un narrador de los hechos vividos. La idea de ambientar las historias en esta edad de "mi vida" es clara: resultar cercano al público al que van dirigidas las historias. Además a mí me facilita la posibilidad de conectar mejor con ellos pues supone un trabajo de memoria (en cuanto a intereses y emociones) a la hora de elaborar todos los materiales.

EL PROCESO DE CREACIÓN
El proceso que sigo a la hora de crear una sesión propia, es decir, en la que todos los materiales son míos, es el siguiente:

  • Primero desarrollo la estructura de la historia, con su historia marco y sus historias insertadas. Este proceso es larguísimo (me llevó unos ocho meses como os conté aquí) y en él se van cayendo historias que no considero que resulten interesantes o que no encajen en el marco. En general he de andar alerta porque en cualquier momento puede saltar el chispazo, el detonante, que tire del resto de la historia. En esta ocasión, afortunadamente, lo tuve pronto (y muy claro) y pasó a convertirse en la historia marco. Además sucede que la historia marco ha sido la que ha ido tirando del resto de las historias: pues los escenarios donde transcurre la historia marco son también escenarios de otras historias que hay que conocer para comprender por qué actúan como actúan los personajes.
  • Cuando toda la sesión estaba ya organizada (tanto la historia marco como el resto de historias), y por primera vez en estos años, he escrito los cuentos para poder observar con más facilidad cómo iban evolucionando al ser contados. Más adelante os explico esto con más detalle
  • Todo esto estuvo listo en agosto del pasado año. De hecho en agosto ya conté la sesión entera a Mariaje, mi mujer (ella fue el primer termómetro de estos textos) y aunque a ella (y a mí) nos gustó cómo sonaba, cómo respiraba la sesión, todavía no había terminado: tocaba distanciarse de los textos para volver a llegar a ellos con ojo crítico. En suma, para ver si de verdad los cuentos estaban bien y la sesión podía funcionar. Por eso guardé todo en una carpeta y dejé que pasaran los meses.
  • En enero abrí la carpeta, releí los textos y volví a darles una vuelta. Me gustaron. Y fue entonces cuando la sesión recibió el visto bueno (el mío). Ahora sólo había que estrenarla y contarla en público. Fue también en ese momento cuando decidí la fecha de estreno: 19 de marzo de 2013, ¿por qué esta fecha?, por varias razones que os detallo: 1/ porque iba a contar a un instituto al que he ido en más ocasiones y conozco al público (y el público a mí) y me siento muy cómodo; 2/ porque sé que son sesiones con grupos pequeños; y 3/ porque había previstas ocho sesiones en dos días y así puedo hacer varias probaturas y modificaciones en la sesión.
  • En marzo me dejé dos semanas libres de viajes para poder centrarme en la sesión: conocerla, contármela, probarla de nuevo con mi mujer (y mis hijos), paladearla... hacer que habite mi garganta sin que quede fijada para que cuando sea contada frente al público pueda seguir creciendo y cambiando.
Y así hasta ayer mismo por la noche que me dormí contándome los cuentos nuevos.

EL ESTRENO
Hoy he estrenado la sesión. He de decir que llevaba plan B por si hubiera sido un desastre (ya es raro, pero son cosas que pueden pasar) y tenía preparados otros cuentos de emergencia cuya eficacia conozco por si la primera sesión hubiera sido un fiasco. Pero, afortunadamente, nada de esto pasó.
Decía que hoy he estrenado la sesión, y además la he contado ¡cuatro veces! Es muy interesante porque grupo tras grupo la sesión ha ido ajustándose y ya a última hora de la mañana habían sucedido cosas que merece la pena comentar.
Para empezar la segunda parte del primer cuento insertado (ese que os decía que valía por dos) se ha hecho hueco. En su inicio era apenas un par de minutos para cerrar un texto y dar pie a otro pero no se ha dejado: irresistiblemente ha pedido espacio y tiempo y a lo largo de las cuatro sesiones ha crecido hasta tal punto que el segundo cuento insertado ¡no cabe! Y en la cuarta sesión, directamente, lo he quitado. Lo dejaré para días en los que disponga de algo más que 55 minutos para contar.
Me doy cuenta, una vez hecho esto, que la sesión queda mucho más redonda, más ligera, y los otros cuentos tienen más margen para crecer. Lo he visto claro porque una vez decidida la eliminación de ese cuento el resto de textos se ha acomodado y han ido sucediendo cosas que yo no sabía que sucedían en las historias que contaba, pero los personajes, al tener más margen para la acción, me han invitado a contar más detalles y situaciones que podían desarrollar. Y el público también tiraba de ello: querían saber más. Ha sido estupendo. Mañana terminaré de decidir qué hago con este cuento: probaré con él y sin él (ventajas de tener cuatro sesiones más).
Para continuar ha ocurrido algo inesperado con los de segundo. Ellos me habían visto contar el año pasado y conocían el territorio (esta Selas ficticia) donde todo está enmarcado, y en un momento que "hemos pasado" por el cementerio (donde el año pasado transcurría una de las historias) hemos "visto" a los protagonistas del pasado año y nos han ayudado a resolver la historia en la que andábamos enredados. Esto ha sido totalmente fuera de guión: las caras de los chavales al reconocer el cementerio han sido las que me han ido dando pistas. Ha sido algo verdaderamente sugerente. Un hallazgo. Uno de esos hallazgos que surgen mientras el cuento se reafirma oralmente. Tengo que seguir dándole vueltas a esta cuestión porque sería muy interesante que dos momentos de dos sesiones distintas se cruzaran en el relato. O incluso podría dar pie a un nuevo relato. En fin, el caso es no dejar de jugar.
Para terminar he podido comprobar que la sesión ha interesado a los alumnos de primero y también de segundo. Creí que esta sesión sería más para segundo, tercero y cuarto pero, por lo que me han contado los de primero, a ellos también les ha gustado mucho. Es más: han estado atentos y encandilados toda la hora. Eso es siempre una buena señal. Y mañana llegan los de tercero y cuarto, a ver cómo respiran.

Y estas son las reflexiones que me suscita el estreno de hoy. Estoy contento y entusiasmado con esta nueva sesión que promete mucho.
Por cierto, creo que el título será algo así como La Cándida y el molino viejo. No sé. Me gustaría que las sesiones relacionadas con Selas tuvieran algo en común en el título. Le daré una vuelta.
Mañana seguiré contándola. Y a lo mejor contándoos.
Saludos

::o::

SEGUNDA TANDA DE SESIONES
Hoy miércoles he vuelto al IES Senda Galiana a contar cuatro veces más la sesión nueva. Anoto aquí unas breves reflexiones:
  • Definitivamente el cuento segundo que había justo en medio ha desaparecido. Hoy no he llegado a contarlo en ninguna de las cuatro sesiones. Se queda para ocasiones en las que haya más tiempo o para otras sesiones de cuentos...
  • La sesión se ajusta mucho mejor así, el ritmo se adecua y los personajes han podido tomar las riendas de la historia, disfrutando con nuevos hallazgos que han ido quedándose sesión tras sesión. Especialmente algunos guiños a otras sesiones de Selas y, como no podía ser de otra manera, momentos para la interacción directa con el público. Muy interesante.
  • Los grupos de hoy tenían alumnos de 2º, 3º y 4º de ESO. Si bien los alumnos de primero estuvieron muy atentos, tal como sospechaba, los más mayores han sacado más rendimiento a la sesión. Hoy de hecho he podido preguntar al terminar las sesiones y les han gustado las historias y los temas que tocan, así como los momentos de humor, que no son muchos pero están en lugares adecuados para aflojar tensión (entre las historias con un puntito de miedo). 
  • Brilla por goleada la historia marco: les emociona y divierte a partes iguales, un acierto. Y contrasta a la perfección con las otras historias incrustadas en ella. Redonda la sesión, oye.
  • Tanto profesores como alumnos han valorado muy positivamente mi declarada voluntad de utilizar un vocabulario rico (cosa que vengo haciendo siempre pero que en esta ocasión tiene algo más de presencia) que da mucho colorido a la narración.
  • También resulta sobrecogedor el momento en el que la protagonista de una de las historias es afrentada: pocos momentos en mi vida de narrador con un silencio tan expectante. 
  • He tenido la suerte de que una profesora que vino a la primera sesión ha podido asistir también a la última y hemos podido hablar de ello: de cómo ha ido cambiando toda la sesión, de como se ha ido ajustando todo, de cómo ha ganado en ritmo... Un regalo.


En fin, pues esto ha sido todo. Ya está la sesión estrenada y rodada. Ahora solo me queda contarla y contarla, y disfrutarla en todo momento.
Ojalá estas notas os hayan resultado interesantes.
Saludos

8 comentarios:

  1. Querido Pep, cuando estuviste en Pamplona tuve ocasión de escuchar el cuento que tiene lugar en el cementerio y casa del guarda de Selas y nos gustó mucho (a mí y a los chavales de secundaria que escuchaban la sesión). Estoy deseando de conocer la continuación, :) Un abrazo!

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  2. Inés, gracias por tus palabras :-))) Lo cierto es que esta sesión no es exactamente una continuación: transcurre en tiempos y espacios comunes, pero son otras historias que colindan :-))
    Un beso

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  3. Muy interesantes tus reflexiones y más aún el que los cuentos tengan vida y lo permitas
    Saludos y gracias por compartir

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  4. Felicidades Pep, por el alumbramiento y gracias por compartir tu proceso de creación. Un abrazo del alma... Virginia.

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  5. Anuk, Anónimo, gracias a l@s dos :-))

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  6. Me gustan los cuentos vivos que crecen..., y añoro escucharte, que pena no estar en tercero o cuarto. Gracias Pep

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  7. Deseando escuchar estos nuevos cuentos...Tras tus notas se sospecha, gratamente, que debe ser una sesión fabulosa. Gracias Pep por currartelo tanto, eres un fenómeno !!!

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