domingo, 9 de junio de 2013

Campos verdes, campos grises

Hace años que leí este libro de Ursula Wölfel y, con motivo de haber pasado esta autora a mi galería de favoritos, me propuse releerlo en estos días, y así lo he hecho. Acabo de terminar de leer Campos verdes, campos grises, escrito por Ursula Wölfel, traducido por Jacqueline Ruzafa y publicado por Lóguez Ediciones.


Este es un libro de cuentos muy especial: cuentos con voluntad de acercar a los niños y niñas situaciones reales que, en muchos casos son injustas o dolorosas, y que, por lo tanto, no tienen finales felices. Aunque como la propia autora avisa en la nota introductoria. "estas historias muestran un mundo que no siempre es bueno, pero que sí puede ser cambiado".
Afronta este libro un reto que muchas veces se omite en la LIJ, la mostración de las diversas caras de la realidad para despertar la curiosidad y la conciencia crítica de los jóvenes lectores. Está escrito además de una manera desapasionada, sin juicios de valor: contado con un lenguaje pulcro y certero, recayendo en las propias historias y personajes todo el fundamento que el lector, la lectora, puede rumiar.
Tiene el libro, además, la voluntad de contar las cosas: porque no por dejar de contarlas dejan éstas de existir. El dolor, la incomprensión, la injusticia, la miseria... habitan también este planeta y merodean también nuestros días, seguramente hoy más que nunca es necesario saber que esto es así.
Me ha pasado con este libro algo que me sucedió hace poco con las Fábulas de Esopo, la primera vez que leí estas fábulas pensé que estaban algo viejas, despegadas de nuestros días, cuando en realidad lo que sucedía es que vivíamos deslumbrados por una ilusión de la que las fábulas nos alertaba continuamente. En la última relectura que hice de estas fábulas me di cuenta de que muchas de las injusticias y situaciones que estamos viviendo en estos años de ¿crisis? estaban previstas y avisadas por los sabios cuentos del autor griego. Exactamente lo mismo me ha sucedido con este libro de Wölfel: la primera vez que lo leí pensé que era exagerado y que las cosas, el mundo, la vida, ya era de otra manera. Sin embargo esta relectura de hoy me muestra un libro completamente distinto, un avisador de las injusticias que nos atenazan y de los días que pueden volver si no andamos despiertos y precavidos.
Este es un libro valiente, duro y, a pesar de todo, esperanzador. Un libro que merece la pena ser leído y compartido. Un libro para alimentar almas y conciencias. Un libro totalmente recomendable.
Saludos

2 comentarios:

  1. Mi madre me compró este libro en una Feria del Libro hace 35 años, entonces me sobrecogió, en el buen sentido de la palabra. Todavía lo conservo y releo. Gracias

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